sábado, 25 de julio de 2009

"Spam"

La mañana del sábado salí por un aerosol fosforescente para hacer fechorías el domingo por la madrugada, esperé a que llegara Cucho a el estudio para salir directamente por las cosas que necesitaba.
Cucho llegó a los veinte minutos de yo estar ahí, comenzó a ojear la computadora e ingresó a mi usuario, siempre he confiado en Cucho, tiene las contraseñas de mis contactos electrónicos, una copia de la llave de mi casa y un conocimiento exacto de la fecha de mi periodo, además de la ventaja de poder chantajearme a sabiondas de una plétora de mis secretos y pasado obscuro. 

Estando en mi correo de la cuenta pop, ingresó a la bandeja de recibidos, allí había un correo que estaba marcado como "correo basura", él ingresó, por lo general el revisaba los correos basura por qué le gustaba la publicidad barata y los colores brillantes de las cartelas. Pero esta vez era un correo que yo había ingresado ahí, era un usuario marcado como "desconocido", pero bien habría de conocerle, le conocí bien de pies a cabeza, al derecho y de cabeza, por eso mismo, habiendo quedando en malos términos con él, bajo una situación incómoda decidí alejarme de este personaje lo más posible, sin embargo como es común en esta sociedad tan espesa y poco sensata uno de los dos acabó en obsesión, para suerte mía, esta vez no era yo quien gozaba de este peculiar trastorno menta, era él.

El correo era el siguiente:

Edna, 

Espero que todo marcha bien para ti. Me gustaría que me respondieras esta vez y pudieramos charlar en persona, te he extrañado mucho, más que nunca, lamento la forma en la que acabamos, lamento haber discutido contigo delante de mi familia, lamento presionarte para que pasaras tanto tiempo conmigo, lamento haberte subestimado de ese modo por tu edad, en verdad fueron cosas que en algún momento las vi como válidas, pero en tu ausencia comienzan a tornarse un tanto triviales. En fin, extraño mucho tenerte cerca, el modo en el que cambiabas de perfume cada dos día, incluso, extraño tu decadente salud, tu neurosis, extraño también el modo en el que me despertabas por las mañanas, extraño y anhelo compartir lectura contigo, por qué, soy un buen lector, y además, soy un buen amante, dime, soy un buen amante?, no cesaré hasta probarte que sí lo soy, por favor, acuérdate, y dime que lo soy, yo sé que soy un buen amante, no necesito que tu me lo digas, pero...., me gustaría oírlo de ti, he estado llamándote pero no me has contestado, dime: Soy buen amante no?, Sí, seguro que lo era.

Bueno, 

Un beso.

Pablo respondió el correo, su respuesta era la siguiente:

Estimado:

Sí, fuiste y supongo aún eres, un buen amante.

Un gran abrazo.

Nunca más volvió a escribir.


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