martes, 22 de septiembre de 2009

Aniversario.

Estoy esperando ese pecho en el que derritiese mis deseos más primitivos y se convirtiesen en ingenuidad, el ilusión, en capricho infantil.
Quisiera saltar sobre las montañas y llegar hasta el nicho que guarda los recuerdos de lo que no estoy segura viví o soñé alguna vez siendo una pequeña.
Las flores amarillas y diminutas, el viento de noviembre de la mano de mi padre, la lluvia en contra de la ventana colándose por una hendidura, la estatua remendada más de tres veces.
Feliz cumpleaños.

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