lunes, 5 de julio de 2010

Culpable


Sí, lo acepto. Fui yo quien metió el dedo en el pastel, no lo hice del todo concsiente. Fue casi un arco-reflejo. No veo razón para llamar a la policía y armar un gran alboroto. Mire, fácilmente puedo comprarles otro pastel, nuevo, entero, sin agujeros ni dedos. Si aquí nomasito está una pastelería. No, que no pretendo escapar señora, no es ninguna molestia, no señora no estoy levantando la voz, es que me parece absurdo el gran escándalo por algo tan insignificante, banal y futil como un pequeño agujero en un pastel. Sí señora, si, soy amigo del novio, de Felipe, claro. ¿Que qué pensaba? nada, ya le dije, lo hice sin pensarlo, pero no es la gran cosa, es un mísero agujero en esa tonelada de crema chantilly, bien podría, usted, haberme dado la porción con el agujero y hasta ahí llegó el problema. ¿Insensato me dice? no señora, discúlpeme pero aquí la que no está del todo en sus cabales, es usted. No se altere señora, mire, ya llegó la policía, dígales que todo fue un malentendido y nada más. ¡Por la puta! si solo es un agujero en el pastel, ni siquiera es grande, es mísero, una nimiedad completa. Felipe, deciles que todo esto es innecesario, ¿Felipe? Bastardos, todos.



Por Robertosky

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