lunes, 18 de octubre de 2010

Si me mientes, miénteme bien.

Una tarde Lucía se levantó después de dormir casi 21 horas seguidas,
tenía mucha hambre, así que cocinó una sopa, estaba espesa, y sabía muy mal,
se la acabó de un sorbo.

Había muchas llamadas perdidas en su celular casi sin batería, era cómo despertar un mediodía con resaca.
Se bañó y se puso aquel vestido transparente con el que conoció a Lisandro.
Caminó un poco hasta llegar a aquel parque, tomó un taxi, tenía mucha ansiedad, pero eran sus días libres, eso la tranquilizó un poco.

Al llegar al 23-77 se bajó, no sin antes pagar y dejarle una buena propina al taxista.

Se quitó los lentes, se limpió la frente y tocó el tiembre.

Lisandro le abrió la puerta, estaba molesto.
-Los guaruras de mi papá dicen que te vieron con un tipo en un club de la zona viva.
Lucía se le quedó viendo extrañada, pero muy consciente de que era cierto,
cuándo sales con el hijo de fulanito siempre habrá alguien que lo ve todo, sutanito le contará a alguien.

-No puedo creer que le creas a unos tipos que tienen el vocabulario de un troglodita.
Dijo Lucía con un tono de enojo.

Ambos se vieron con enojo.

Lucía sabía que era cierto, así que se le acercó a Lisandro y le acarció la cabeza, luego se acercó hasta su boca, y susurró: -Bueno, si quieres me voy. Se mordió los labios, y caminó moviendo el culo, dejando ver las bragas a traves de ese vestido.

Lisandro le dijo: -Espera, hablemos.

Lucía sonrió y se dió la vuelta.

Hoy Lucía está con Miguel,
pero se casará con Lisandro.

5 comentarios:

Pablo Hernández M. dijo...

-Espera, hablemos...

y seguro que lo que menos hicieron fue eso

Anónimo dijo...

El problema es que leés uno y los leés todos.

producto1606 dijo...

Hola Pablo, si hablaron.
Saludos!.

Anónimo, gracias.
Pues venga, a leer entonces.

Kerin Barahona dijo...

no hay nada mejor que un buen sorbo de narrativa deliciosa...

producto1606 dijo...

Gracias Kerin.