sábado, 5 de mayo de 2012

5 AM.

Con la boca aún amarga decidí dejarte ir de mi vida, no tenía nada, nada ganado ni nada perdido, ni deudas que pagar, ni deudas que cobrar. Sólo sabía que la inercia de querer poseer algo que no es tuyo puede asfixiarte.
Nunca me poseiste y jamás te poseí, todas las noches que pasamos juntos pueden volverse en un sueño, la melancolía que siento ahora no da la talla de lo que fue nuestro pasado, y la ilusión no verá el futuro.
Te quise sí, de las maneras más extrañas, te dejaré ir cómo una niña ve marcharse a su madre el primer día de clases, cómo un empleado bancario da el cheque de su último sueldo para enganchar una casa. De esa manera absurda, pero al final necesaria. Cuándo te llame y no contestes, habré perdido toda esperanza, cómo cuándo entraron a inferno.....Marco ....suena y suena, suena y suena,
Nadie contestó.
Así, que te dejo ir.

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