lunes, 4 de febrero de 2013

Clínica

"Hola doctor.
Voy a recostarme en el sofá azul está vez. Es que traigo esta falda.
En fin.
Pues... dejé de tomar las pastillas que me mandó. Me resultaron excesivamente desmotivadoras. Además de ser muy caras y difíciles de encontrar. Entonces pues, eso. Dejé de tomarlas.
Me estoy mudando, otra vez con mi hermana, pero ahora ella tiene un hijo y un esposo. Estaré un rato ahí mientras logro conseguir un lugar que me guste donde haya espacio para toda mi ropa. Por que ya sabe que el arrimado y el muerto a los tres días apestan.
Creo que me iré a vivir con mis perros para no sentirme tan sola. Los extraño más que a nadie.
Tengo que sacarme las muelas cordales, pero no tengo a nadie que me cuide cuándo esté sedada o que me lleve a casa. Mis amigos o no manejan o trabajan en horarios extraños.
La última vez que me saqué una muela casi me desmayo camino a casa. Tenía la cara totalmente sedada y no pude hablar ni comer en dos días.
Entonces ni hablar. Me pondré frenillos y entrenaré a mis perros para que hagan las cosas de la casa más fáciles o que aprendar a ordenar pizza por teléfono.
Coño. Fumo tanto ahora doctor, una cajetilla y tantas al día. Y a penas como y a penas bebo.
Ya no se me da eso de ser borracha. Me gusta estar más atenta a mi entorno, menos alienada, con mi verborrea tengo que controlar mi alcohol, me da por hablar de cosas sin sentido. Aunque todo el tiempo estoy hablando de cosas sin sentido. De verdad me parece una pérdida de tiempo tratar de probarle a la gente que soy inteligente. O probarles que soy estúpida y vacía, depende del cliente."

1 comentario:

Anónimo dijo...

otra vez siendo tú misma, es decir, otra. Para escribir nuevamente con las entrañas, y la cabeza, se necesita una clínica, y andar de vuelta...