miércoles, 19 de octubre de 2011

Viaje por Paris.

Ahora ya no iré de tu mano. Las cosas saben igual que siempre, la luna es la misma, las calles, las luces, es todo cómo una fotonovela, cursi y montada. El aire se congela dentro de mi garganta, no me deja respirar. Cada vez es más fácil pensar en silencio, comer en una silla, bañarme rápido, y leer a media luz. Cada vez es más fácil dormir en una cama vacía y dejar pasar esos momentos de melancolía. Resignarme a pedir perdón por mi tristeza.
Y cuándo pase este escalofrío, sólo quedará de mi un mal ejemplo, una mujer regateando besos, una aficionada más muerta que viva.
Nunca supe cómo renunciar a unos brazos abiertos, pero mis piernas están demasiado cansadas para caminar hasta ellos y ya está anocheciendo.
Y cuándo muera que no te digan que no te quise, que en mis labios cerrados siempre estará tu nombre.

3 comentarios:

Alejandro Paiz dijo...

wow... belleza...

Kris Tate dijo...

me encantaa como escribe la amo

Fernanda Sandoval dijo...

Me recordás a Sabina. Me encanta Sabina, me gustó tu blog.