sábado, 5 de mayo de 2012

Los gatos y el Hermano Simón.

La pienso todos los días,
la recuerdo con el mismo olor de siempre, 
y siempre tan presente y real.
Siempre ha sido ella, 
ella es, el amor de mi vida, 
y yo lo he buscado en tantas bocas, 
pero estaba al volver a casa.

Cuándo muera me dará tanta pena, 
dejarle un manojo de nada, 
y unos cuántos vagos y tristes recuerdos, 
sin pedirle aún perdón, 
por mis días tan callados y vacíos, 
y las palabras llenas de rencor, 
que alguna vez llegué a escupir.

Los secretos los llevamos en las manos.

Pienso también, 
en sus trenzas y en sus manos secas, 
en su manera de reír cuándo no quiere decir nada, 
la manera de cuidar a esta a la que no le debe nada.
La espero, la pienso con miedo todos los minutos, 
de esta vida que yo no decidí llevar.
No creo que haya más a quién ame.




1 comentario:

Anónimo dijo...

...No hay más que decir, escribes "formidable" Edna, excelente ese vocabulario tan amplio con el que escribes, pero a la vez, sencillo y natural, <> Posees gran habilidad y fácilidad para darle sentido a tus letras sin forzar el texto.